La idea de ser Au Pair es de hace mucho tiempo, pero por estudios y trabajo no he podido empezar el programa hasta ahora. Después de buscar experiencias de otras chicas, llegué a la conclusión de que era mejor ir por agencia, ya que vas más a lo seguro y el contrato es más formal. Busqué las agencias de las referencias que encontré por internet y finalmente decidí ir con la agencia RC Au Pairs, que tiene sede en Barcelona y me pareció bastante seria. Me puse en contacto con ellos y me enviaron toda la información y el papeleo que necesitaba para realizar el programa en el Reino Unido. En enero entregué todos los papeles y las solicitudes de las familias empezaron a llover en cuestión de días.
En un principio estaba muy nerviosa, ya que encontrar la familia ideal era lo que más me preocupaba. Me enviaron unas quince solicitudes, entre ellas la solicitud de la familia con la que voy a ir, la mejor de todas, sin duda. Durante todo ese proceso tuve alegrías y decepciones, ya que las cosas no siempre salen como una quiere, y cada familia es un mundo. Lo más complicado fue encontrar una que me gustase en todos los aspectos, aunque después de descartar a la mayoría, la encontré. Tengo que reconocer que la agencia tuvo mucha paciencia conmigo, ya que ni yo misma tenia muy claro lo que buscaba.
Una vez confirmada la familia, a mitad de febrero, empecé a organizarme todo lo que tenía que hacer antes de irme. Compré el billete de avión y las maletas (dos enormes) y el asunto empezó a ser más serio. El tiempo corría y me organicé lo más bien que pude, aunque muchas cosas me las dejé para la última semana, como preparar la maleta, ir a la peluquería, comprar algunas cosas, despedirme de la familia y amigos... Las dos últimas semanas me las organicé haciéndome un calendario apuntándome hora a hora las cosas que tenía que hacer, para no dejarme nada ni nadie.
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